La locataria asegura muchos de sus productos están hechos a mano
Angélica Portillo es una comerciante que tiene un puesto de bellos recuerdos religiosos afuera de la catedral del centro de Tampico donde se puede encontrar diferentes tipos de pulseras hechas a mano, así como también collares y dijes hechos a mano con diferentes tipos de materiales como son tela, cristal, plástico y hasta de acero y cobre que varían los precios, aunque realmente todos son precios muy económicos.
Angélica cuenta que el negocio empezó porque es una herencia de sus abuelos y posteriormente pasándoselo a sus padres y así
el negocio a ella, ya que el negocio tiene más de 70 años de tradición en vender todo tipo de recuerdos, ya que también ha sido la encargada de manejar ella sola el negocio y sacarlos adelante ya que muchas veces sin la ayuda de alguien más ella ha sacado el negocio adelante.
Las temporadas más altas para el negocio de ella son diciembre y semana santa ya que son fechas muy apegadas a las fiestas y creencias católicas y es cuando la gente aprovecha para ir a comprar cualquier tipo de recuerditos, en el día a día suele vender mucho más en antes de medio día ya que es cuando la mayoría de las personas empiezan a llegar a las misas y empezar a hacer sus rezos.
También cuenta que gracias a dios nunca la han asaltado y que para no dejar solo el negocio se turna con otra compañera, y ella como muchas otras vendedoras de la zona centro de Tampico también invita a las demás personas a que vengan a conocer su pequeño puesto, que aparte de ser algo diminuto venden de todo tipo de recuerdos, pulseras y pequeña joyas de la mejor calidad.
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